He de decir que no estoy nada orgullosa de este dibujo. El hecho de tener que dibujarme a mí misma o a algún conocido no me atrae en absoluto, ya que todos los errores los percibes mucho más rápido.

Una vez me hice a la idea que debía de dibujarme, empecé haciendo diferentes esbozos. Tenía claro que no me quería hacer realista, así que cogí las acuarelas y lo intenté hacer a mi estilo. Tuve diferentes dificultades con el papel de acuarelas, pero aún así seguí. También dudé mucho con los elementos que añadirme, hasta que opté por quitarme los pendientes que siempre llevo y ponerme una flor blanca en el pelo, junto a un fondo rosa. La idea era dar a entender que soy, o intento ser, una persona feliz y natural, con la que puedes tener confianza.

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Sinceramente, no creo que haya llegado a transmitir lo que quería, ni mucho menos llegado a dar lo mejor de mí, porque como he dicho, no me gusta el resultado final. Aún así, de todo se aprende, y al menos pude coger un poco más de práctica.